SECURITY TOKEN

El blockchain está evolucionando hacia una nueva fase de nuestra sociedad tecnológica. Está creciendo exponencialmente como otras tecnologías que nos han cambiado la vida, como Internet. Las diferentes formas posibles de ganar dinero, presentar proyectos y sacar a la luz nuevas ideas cada día es lo que hace que el mundo de las criptomonedas sea tan interesante. Sin embargo, vamos a centrarnos en un tema que pronto será muy candente, los security tokens o tokens de seguridad. Los utility tokens cobraron gran protagonismo el año pasado, ya que la celebración de ICOs para su creación y venta se convirtieron en la herramienta favorita de los proyectos para recaudar fondos. Sin embargo, para la próxima era de la tecnología blockchain, debemos prepararnos para algo nuevo, los security tokens. Imagine un token totalmente regulado que represente las acciones de una empresa.

Las STO (Security Tokens Offering) son una evolución de las famosas ICO (Initial Coin Offering), mediante las cuales se llevaba a cabo una venta pública de utility tokens de Startups, intercambiando Ether y Bitcoin por los tokens propios de cada proyecto.

La única diferencia entre el procedimiento de la STO y el de la ICO es que, al ser la security un instrumento financiero, es necesario generar más documentación informativa para cumplir con el compliance regulatorio.

Los security tokens son sin duda un instrumento muy útil que va a crecer en los próximos meses y que, sin duda, generará un debate interesante entre inversores, empresas y reguladores locales. Entre los beneficios que ofrecen destacan:

  • La eficiencia en las transacciones
  • La reducción de intermediarios
  • La globalización del público al que se dirigen

¿Por qué son tan importantes los security tokens? El principal objetivo de este tipo de tokens es eliminar a los intermediarios en las transacciones. Estos intermediarios son la principal causa de riesgo, comisiones y retrasos en las transacciones que no suceden directamente entre pares. En palabras de Anthony Pompliano: “Los security tokens aportan una serie de mejoras a los productos financieros tradicionales al eliminar a los intermediarios de las transacciones de inversión. La eliminación de los intermediarios lleva a una reducción de las comisiones, una ejecución más rápida de las operaciones, una mayor exposición al mercado libre, una mayor base de inversores potenciales, funciones de servicios automatizados y la falta de manipulación de las instituciones financieras”. Los security tokens también aportan muchos beneficios para los reguladores. Los emisores pueden, por ejemplo, codificar los períodos de bloqueo directamente en el token. Esto hace físicamente imposible la violación de los tiempos del período de bloqueo.

Al contrario de los utility tokens, los security tokens están respaldados por algo más tangible, tales como activos o beneficios de una compañía, siendo, por consiguiente, considerados como inversiones a efectos legales. Los emisores de security tokens tienen que cumplir con requisitos legales aplicables a títulos-valor (securities) allí donde los tokens estén siendo emitidos y activamente comercializados. Esto no afecta únicamente a la venta inicial de los tokens. Por ejemplo, después del STO, los exchanges que creen mercados secundarios para los referidos security tokens habrán de cumplir con la regulación financiera de la jurisdicción en la que estén basados.